La más callada de la clase

Por Sergio Aguirre

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Laura Leibiker

Directora editorial LIJ

Sobre este libro:

Tina es el tipo de niña que no molesta. Juega sola, con dos muñecas, y es muy silenciosa. Un verano llega a su pueblo una familia y se instala en una casa lindera. Nancy, su nueva vecina, es una adolescente que cree que entre los humanos hay otros seres, otras realidades. Para Tina, Nancy vive en otro planeta, uno hecho de discos, afiches y la lectura de su revista favorita: Mundo Loco. Lo que ambas descubrirán es que lo siniestro y lo monstruoso pueden encontrarse donde uno menos lo espera.

El autor de la novela ha sido galardonado con el Premio Nacional de Literatura Infantil en 2018 por su anterior novela, La señora Pinkerton ha desaparecido.

Fragmento:

Capítulo: El resplandor

Después de desayunar, a la mañana siguiente, lo primero que hice fue salir al patio a jugar con las muñecas. Quería verlas con sus vestidos nuevos a la luz del sol. Pero más quería ver la carita de Marilú. Ver por qué Nancy había dicho que esa muñeca odiaba a Fiorella. Era una mañana radiante. Mi abuela estaba lavando ropa en la galería y ya tenía la soga casi llena. La soga cruzaba el patio formando una pared que lo dividía en dos. Recuerdo que me encandilaba el resplandor de las sábanas blancas tendidas al sol. Las atravesé con mis muñecas y las llevé a la mesita del asador, fuera de la vista de mi abuela. Estaban preciosas. Las senté a una frente a la otra para que desayunaran. Saqué su jueguito de té de miniatura, les hice su té de mentirita, y mientras servía la taza de Marilú, le dije:

—Fiorella es tu amiga. Y ella no te hizo nada. No la vas a lastimar, ¿no es cierto?

Mi abuela había vaciado la pileta de lavar. Escuché cómo corría el agua jabonosa entre las calas del patio. Y cuando comenzaba a llenar la tacita de Fiorella, volví a preguntar:

—¿No es cierto, Marilú?

La muñeca, por supuesto, no contestó.