Hidroponía Urbana

Por Florencia Burgardt

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Andrea Inés Canevaro

Managing Editor

Sobre este libro:

La hidroponía urbana permite producir vegetales frescos en espacios reducidos, sin el uso de la tierra y en absoluta armonía con el medio ambiente. Además es muy simple de mantener y se obtienen cultivos de muy buena calidad.  Como la mejor agricultura es aquella que podemos trazar desde el origen hasta su consumo, este libro está pensado como un tutorial con opciones eficientes y cuidadas para armar una huerta hidropónica en casa. Aromáticas todo el año, infinita variedad de verduras de hojas, crucíferas en el invierno, tomates cherry o redondos en verano, pimiento y berenjena en otoño, ¡la lista de variedades es inmensa!

Fragmento:

¿Cuál es el papel de la agricultura urbana en este contexto?

El tejido urbano avanza sobre lo rural, como así también lo hace lo rural y agropecuario sobre las áreas naturales. La mayor proporción de verduras que tenemos en nuestra mesa proviene de los “cinturones verdes” o “cinturones hortícolas”, que son áreas productivas que bordean las grandes ciudades.

Cada vez más se integran, se encuentran y se abren desafíos para los especialistas, quienes deben buscar alternativas viables que permitan seguir produciendo en los bordes de las ciudades de manera armoniosa con la vida social y con el ambiente. Destacadas por su potencial para generar alimentos próximos a los consumidores y con baja huella de carbono, las zonas periurbanas resultan espacios estratégicos para el desarrollo agrícola, frutihortícola y de sistemas de producción animal a escala familiar.

Años de producción en tierra, y con un elevado uso de agroquímicos, hicieron que se descuiden aspectos que tienen que ver con la contaminación de recursos naturales como el agua y los alimentos que luego son consumidos por las familias. En la producción convencional de hortalizas en suelo la contaminación de los vegetales con agroquímicos y coliformes fecales representa un grave problema de salud pública, ya que contribuyen a la aparición de posibles enfermedades.

Agua, el recurso natural más preciado.

Las condiciones meteorológicas menos favorables redujeron la productividad y la oferta de productos en el mercado. El suministro de agua dulce del mundo está disminuyendo a una velocidad desastrosa y el agua necesaria para la producción de alimentos, en particular, escasea en varias regiones.

A pesar de su abundancia, el agua dulce que se utiliza para producir alimentos es escasa. Si representamos el agua de la Tierra como 100 litros: 97 litros serían agua de mar y los 3 litros restantes hielo. Es decir, que solo alrededor de 3 litros del total sería agua dulce que podríamos consumir; agua potable bombeada desde el subsuelo o tomada de ríos o lagos de agua dulce. En condiciones de escasez de recursos, es necesario minimizar la pérdida de agua.